La casa blanca descarta indicios de actividad alienígena

La Casa Blanca está tratando de minimizar las especulaciones, diciendo que "no hay señales de extraterrestres o actividad extraterrestre".

El misterio del OVNI que derribó el avión estadounidense en los últimos días sigue sin resolverse. Tal y como anunció este lunes el representante del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, el presidente estadounidense, Joe Biden, ha decidido crear un equipo para analizar los riesgos de seguridad asociados a estas instalaciones. En su momento, la Casa Blanca trató de ahuyentar a los fantasmas extranjeros, en parte por el torpe anuncio del general este domingo. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karina Jean-Pierre, bromeó diciendo que le gustan los extraterrestres, pero confirmó que "no había señales de extraterrestres o actividad extraterrestre" entre los objetos descubiertos.

A Kirby se le preguntó lo mismo y lo expresó de otra manera: "No creo que el pueblo estadounidense tenga que preocuparse de alienígenas por estos objetos. No creo que haga falta decir más". Sin embargo, no hay una explicación clara sobre el origen, el propósito o la capacidad de los tres objetos voladores que han sido derribados desde el viernes, incluido uno del tamaño de un automóvil pequeño en aguas de Alaska, uno cilíndrico en Canadá y otro sobre el lago Huron. , Aparentemente octogonal. 

Kirby dijo que, a diferencia del globo chino mucho más alto descubierto la semana pasada, la altitud a la que volaban los tres objetos representaba un "riesgo muy real" para el tráfico aéreo que justificaba derribarlos. No está claro si presentan riesgos adicionales: "El presidente, a través de su asesor de seguridad nacional, ha encargado hoy a un equipo de diversas agencias que estudie las implicaciones más amplias acerca de la detección, el análisis y la eliminación de objetos aéreos no identificados que planteen riesgos para la seguridad o la protección", dijo Kirby.

El representante del Consejo de Seguridad Nacional tuvo cuidado de no dar más información sobre los objetos. Aparentemente no tenían propulsión propia, ni maniobrabilidad, y estaban a merced del viento. Se cree que no son espías con equipo de vigilancia, aunque no se ha descartado del todo esta posibilidad. La Casa Blanca quiere distinguir el globo chino de estos nuevos objetos, que ya saben lo que es y vuelan a altitudes mucho mayores (unos 60.000 pies), y estos nuevos objetos que viajan entre 20.000 y 40.000 pies. Gran parte del mensaje de Kirby, sin embargo, se centró en denunciar el programa de espionaje de China, y porqué se volaron globos sobre decenas de países. 

Kirby insistió en que Estados Unidos tiene como objetivo construir una relación constructiva con China, pero que ahora no es el mejor momento para la reconciliación. Dijo que el secretario de defensa no pudo hablar con su homólogo chino, pero que el Departamento de Estado y la embajada continuaron entablando contactos diplomáticos. Aunque no se ha confirmado ni anunciado nada en este frente, varias fuentes han dicho a Reuters que el secretario de Relaciones Exteriores, Anthony Blinken, está considerando reunirse con el principal asesor de política exterior del gobierno chino, Wang Yi, en la próxima reunión en Múnich entre el 17 y el 19 de febrero en Alemania.

Intercepción de un ovni por un caza norteamericano.

                                     

En una conferencia de prensa el lunes, Kirby tuvo un mensaje para los republicanos que han criticado la postura de Biden. "Pudimos determinar que China tiene un programa de globos de gran altitud para la recogida de información de inteligencia que está conectado con el Ejército Popular de Liberación. Funcionaba durante la administración anterior, pero no lo detectaron. Nosotros lo detectamos. Lo rastreamos. Y lo hemos estado estudiando cuidadosamente para aprender todo lo que podamos", dijo.

“Sabemos que estos globos de vigilancia han cruzado decenas de países en múltiples continentes de todo el mundo, incluidos algunos de nuestros aliados y socios más cercanos”, ha añadido. Estados Unidos está consultando con aliados y socios sobre los desafíos en la identificación de fenómenos aéreos. Kirby explicó que el presidente ha ordenado a los secretarios de estado, los secretarios de defensa y el director de inteligencia nacional que se comuniquen con las agencias relevantes, compartan información y busquen su opinión. 

Todo el asunto de los objetos aéreos comenzó con la aparición de un globo chino que los habitantes de Montana vieron desde el suelo y que Estados Unidos identificó como un globo espía chino. Más tarde se supo que fue visto por primera vez en las islas Aleutianas en Alaska, voló sobre Canadá y entró en el espacio aéreo de los EE. UU. a través de Montana. 

Por consejo del Pentágono, según la versión oficial, Biden decidió no demolerlo de inmediato, porque su derrumbe podría representar un riesgo para los residentes y las propiedades sobre el terreno. El globo cruzó los Estados Unidos de noroeste a sureste y fue derribado por un misil de corto alcance F-22 de un avión de combate estadounidense sobre el Océano Atlántico frente a la costa de Carolina del Sur. 

El propio Kirby anunció en una conferencia de prensa el viernes después del primer incidente que otro objeto del tamaño de un automóvil pequeño había sido visto en el cielo a unos 40,000 pies en el espacio aéreo de Alaska el jueves. El viernes, otro F-22 fue derribado por orden del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y los restos se estrellaron contra las aguas heladas del norte de Alaska. Dadas las dificultades, la tarea de recuperación de los restos no comenzó con mucho éxito.

Ese mismo viernes por la tarde, el radar detectó un nuevo objeto. La fuerza aérea conjunta de Estados Unidos y Canadá hizo lo mismo y, finalmente, después de hablar con Biden, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ordenó el fuego. Otro F-22 de EE. UU. volaba en una misión sobre el territorio canadiense de Yukón, cerca de Canadá. Este domingo, el radar detectó otra señal sobre el lago Huron. Los combatientes habían derribado un nuevo OVNI, un objeto octogonal a unos 20.000 pies. En este caso, se lanzó el F-16.

Los objetos de gran altitud y movimiento lento, incluso tan grandes como un globo espía chino del tamaño de tres autobuses escolares, son difíciles de rastrear con radar, dijo Kirby el lunes, y agregó que los métodos de rastreo por radar del Mando Norteamericano de Defensa Aeroespacial (Norad) están mejorando.

La idea es intentar obtener más información analizando los restos de los objetos derribados, pero para ello primero hay que encontrarlos. El terreno remoto y frío de los objetos en Alaska y Canadá dificultó las operaciones de recuperación, y es probable que el objeto que se hundió el domingo se encuentre en las aguas muy profundas del lago Huron. Resolver estos misterios no será fácil, aunque no sean extraterrestres.